De los creadores del Lampuga, Salón Progreso es una opción más relajada, pero con la misma calidad y sabor perfecto, este local, ya todo un clásico de la Roma, mezcla los sabores del mar, con los clásicos de cantina para crear platillos deliciosos que te llegan al corazón. Empezamos con un tiradito de atún con soya, los chiles serranos están ahí para que los más valientes le agreguen un poco más de sabor, aunque, en realidad no lo necesita, una gran entrada, fresca y feliz, para los amantes del atún que quieren algo ligerito para guardar espacio para el plato fuerte. Continuamos con un cebiche con B, de sierra con un toque dulce de naranja, no te lo esperas, como que buscas el ácido del limón y acá no hay tal, una buena variante para probar el pescado de una forma diferente pero igual, no se si me entienden, dulce, con el aguacate para darle textura y sabor a mantequilla, y hacer de este un gran plato.
Continuamos con un pulpo con lentejas, estúpidos pulpos no deberían ser tan ricos, la combinación con las lentejas es magia pura, según yo debería tener más, pero creo que soy una exagerada y las amo demasiado, yo, si fuera tu lo pediría para mi solito, no lo andaría compartiendo, pero pues ahí ve midiendo tu hambre.
Seguimos con un chile relleno de pescado, muy muy bueno, sustancioso, jitomatoso, con su cremita y su arroz, grandote, llenador, tradicional pero más aventurero por estar relleno de pescado, un plato fuerte clásico del Salón Progreso, para esos días en los que necesitas apapacho.
Y a continuación el plato más sorprendente del día, las jaibas suaves con teriyaki y salsa verde, se ven feitas las pobres porque no son muy fotogénicas, pero no juzguen al libro por su portada y pruébenlas, ámenlas, échenselas en taco, háganlas parte de ustedes y sean felices, medio crujientes, medio suaves, con el toque dulce que saca de onda a nuestro paladar al combinarse con la salsa verde y nos hace concentrarnos para entenderles, pero una vez que las tienes entendidas, las amas.
Para terminar probé 2 postres, este ganache de chocolate con crema y chile es así: Como una mujer que se puso chichotas y nalgas, y anda por la vida con mini falda embarrada, escote, ombliguera, pelo peinado con caireles, smokey eyes, labios rojos, arracadotas y encima haba como la Nana Fine, o sea DEMASIADO, lo pruebas, dices ahh, está rico, me gusta, y luego ves que todavía hay 3 bolotas de chocolate que te tienes que acabar y tu ya saturaste tus sentidos con una cucharada.
Pero no se preocupen amigos de los postres, porque acá hay uno que es de mis favoritos del mundo, es un merengue AMO los merengues chiquitos bebés, con helado de fresa, y fresas frescas y, YYYYY, crema batida, lo vas probando y las capas de sabor y textura se mezclan haciéndote pensar que el mundo es feliz, yo si se lo embarraba en las nalgas a Hugh Jackam con singular alegría. La crema batida es poco dulce y le baja el sabor al merengue, que a su vez combina a la perfección con el helado, haciendo que nunca te empalagues y lo puedas comer por siempre.
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Servicio
1 comentario
Hola, Victoria, seguimos tu recomendacíon y visitamos al Salon Progreso, el 9 de enero. Nos gustó la comida, a pesar es bastante costoso. Si quieres leer mi reseña y ver mis fotos, vaya a http://tinyurl.com/l6pzaz4.
Al regresar a México desde Oaxaca, buscamos una otra marisquería no tan trendy o caro. Fuimos a La Marisquería La Perla de La Roma en la Avenida Cuauhtémoc. Su estilo es el polar opuesto que Salon Progreso. No elegante, pero grande; precios bajos, servicio veloz, llenísimo de clientela. Tengo que decir que la que comimos estuvo menos bueno, sino queremos regresar para probar otros platillos atractivos. http://tinyurl.com/p2xequ5
Saludos,
Don Cuevas